Lo único en lo que el oficialismo y la oposición han podido ponerse de acuerdo en la Asamblea Nacional se fue al traste ayer. O no se fue: el presidente, Ricardo Martinelli, lo envió, y sin escalas.

La ley 412 de cultura fue vetada en su totalidad por el mandatario, antes de viajar a Grecia. Se fue y dejó indignación y reclamos.

La moción es ‘inexequible’ (inconstitucional) e ‘inconveniente’. Inconstitucional porque crearía un Ministerio de Cultura, función exclusiva del Ejecutivo.

Inconveniente, en tanto, porque no hay dinero para sostener el fondo de cultura (5 millones de dólares provenientes del gobierno central, de los aportes del Canal y de los impuestos), justificó.

‘No puede efectuarse ningún gasto público que no haya sido autorizado por las normas ni ningún crédito que no esté previsto en el presupuesto’, amplió Martinelli.

Pero en un país en el que parece haber amor por las faraónicas obras, fomentar la cultura no es descabellado, dejan ver los críticos.

‘Pareciera que al gobierno solo le interesan los temas que generan confrontación o en donde existan posibilidades de negocio para sus allegados’, reclamó el diputado José Isabel Blandón, proponente de la ley.

Aún así, Eduardo Noel, el redactor de la norma, no se sorprendió por la decisión de Martinelli. Y no por que, agrega, tras manejarse a su manera, podría ser temeroso de hacerlo ‘de una forma coherente y científica’.

‘El Estado se ha quedado con los pantalones abajo y esto es un atraso’, planteó Noel. Tras él, una lluvia de personalidades desaprobaron en Twitter la decisión de echar para atrás una norma aprobada unánimemente y analizada por cerca de diez años, incluso, con organismos internacionales.

Maruja Herrera, la bailarina que ocupa desde hace tres años la dirección del INAC, solo dice que el presidente ‘está en todo su derecho’.

‘Hay que respetar la decisión. Ya está. Nada de pasiones. Los artistas seguirán siendo los artistas y el INAC, el INAC’, respondió, distanciándose del fallo del presidente.

—Usted estaba de acuerdo con la ley. . . . ¿Qué hará?

—Bueno, una cosa es lo que uno quiere y otra lo que se puede. Yo creo que más que un ministerio se necesita una autoridad con rango ministerial. Cabe el diálogo.

Pero el revés a la ley de cultura —que pretendía poner a Panamá en la línea de ciudades como Medellín y Bilbao, España— genera más cuestionamientos. Es que, curiosamente, el gobierno impulsa la construcción de una Ciudad de las Artes, por 50 millones de dólares, cerca del Parque Metropolitano.

‘Es contradictorio’, dice Noel. Maruja rebate: ya está adjudicado y el proyecto es un compromiso gubernamental.

http://laestrella.com.pa/online/impreso/2012/06/08/panama-se-queda-sin-ley-de-cultura.asp