La historia de vida de cuatro personas ligadas a programas culturales del MCJ serán parte de  una  Campaña que busca sensibilizar  a la ciudadanía acerca del poder transformador que tiene la cultura en la vida de las personas.

Las personas cuando forman parte de la música, el arte, la danza, el teatro, el emprendedurismo, y a quienes -como ellos-se atreven a lograr lo que se proponen y hacen realidad sus sueños por un futuro mejor.

La Campaña está fundamentada en la filosofía del "Poder transformador de la cultura" bajo el lema... La cultura nos cambia, su poder nos transforma.... Las piezas de la campaña se basan en casos reales de personas que forman parte de programas del MCJ. La selección de los cuatro casos salió de los siguientes programas:Escuela Casa del Artista, con Juan Avellán;  Sinem-Parque La Libertad, Esteban Romero; Danza Integrada- Baile popular del  Conservatorio El Barco del Taller Nacional de Danza, Carolina Gamboa y de emprendedurismo del Parque La Libertad, Isabel Mora.

Como objetivo se planteó en primera instancia dar a conocer la inversión y el impacto que generan los programas del MCJ en la gente a través de lo que significa vivir el poder transformador de la cultura, así como animar al público en general a participar de la actividad cultural  por medio de la experiencia de transformación que tuvieron otras personas al participar en diferentes programas, como los mencionados, o bien en otros como: Becas Taller de la Dirección de Cultura (DC); o de Fondos de Cultura para desarrollo de proyectos como Proartes del TPMS y Puntos de Cultura de la DC o en certámenes de pintura en museos o en patrimonio.

Según la ministra de Cultura y Juventud, Sylvie Durán: "La Campaña se desprende de nuestras obligaciones de información y cumplimiento de la Política Nacional de Derechos Culturales que busca proteger y promover derechos como el que tienen las personas, grupos y comunidades a participar de manera activa en la vida cultural; a crear manifestaciones, expresiones, bienes y servicios culturales que sean valorados, reconocidos, apoyados y estimulados o bien en el caso de grupos minoritarios para realizar sus prácticas culturales particulares. A lo largo del año, reforzamos su socialización y apropiación en funcionarios e instituciones de la política, un esfuerzo que  complementamos con la comunicación al público general sobre cómo esa política se materializa en servicios a los que nuestra población puede apelar en procura de un efecto positivo en la vida y el contexto de personas como Juan, Isabel, Esteban y Carolina, que comparten su experiencia en estas piezas de comunicación".

La coordinación de la campaña forma parte del Plan de Trabajo anual de la Oficina de Prensa y Comunicación del MCJ. La pauta arrancará en medios audiovisuales y digitales, cines, radio  y vallas de carretera a partir del 1 de diciembre de 2015 y se mantendrá por tres meses.
 
Para Ileana Rojas, jefa de Prensa del MCJ, esta campaña pretende acercar a la gente a más programas culturales, no solo a los que ofrece el MCJ, sino a los que existen en comunidades de todo el país por medio de organizacionales comunales, municipalidades o escuelas y colegios. "Es muy importante que la gente tenga una formación más integral hoy día, que les fortalezca como personas y que les permita convertirse en agentes de cambio para que más personas aprendan del conocimiento adquirido y sobre todo para que la gente sea feliz haciendo lo que le gusta y para lo que es bueno. Eso contribuirá a construir una sociedad más solidaria, en estos tiempos tan difíciles para el mundo. Por eso hay que invertir más en programas culturales y aprovecharlos. Eso les cambiará la vida a muchas personas y al país".

Mensajes de la campaña.  En la estrategia de la campaña se expone que la cultura es algo que está presente en "nuestras vidas" de diferentes maneras: a través de la música, el arte, la danza o la creación. Los mensajes se sustentan en que todo cambio cultural comienza por una transformación de la persona. El poder simboliza la participación no solo desde el punto de vista formativo sino también desde su identidad, conocimientos y vivencias del individuo.

Las situaciones que se escogieron obedecen a cuatro situaciones que viven los protagonistas reales, quienes comparten en imágenes su nueva vida.

Esteban Romero. 22 años. Vecino de Patarrá de Desamparados. Es una persona que se destaca por su espíritu de lucha y constancia. A corta edad fue diagnosticado con un mal cardíaco que ponía en riesgo su vida. Pese a esta circunstancia, desarrolla un  interés especial por la música y con ayuda de su profesora logra obtener una beca para estudiar Educación Musical. Actualmente forma parte del equipo de colaboradores de la Escuela de Música del Sinem - Parque La Libertad.

Esteban padece de estenosis aórtica, un defecto del corazón que en su caso es congénito. En 2007 le dieron poca esperanza de vida pero este joven, que se describe como inquieto y distraído, siguió adelante con su vida cotidiana incluso realizando tareas que se suponía no debía realizar.

En mayo del presente año se le practicó un remplazo valvular, la válvula aorta fue reemplazada por una válvula mecánica.

Desde pequeño se sintió atraído por la música, participaba en la banda de la escuela y le encantaba ver a sus tíos tocar guitarra. Inició en el Sinem en el 2008 con gran ilusión y ahí encontró su vocación. 

Debido a las dificultades en los estudios y su condición se aleja de las aulas antes de terminar el bachillerato, pero el apoyo y la motivación que recibe en el SINEM le permite no solamente obtener el título en educación media sino que actualmente ya es profesional gracias a una beca y funge como profesor de Técnicas Musicales en la Escuela de Música de Desamparados.

Carolina es una adolescente de 14 años, quien fue estudiante del SINEM de Mata de Plátano, El Carmen de Guadalupe, durante 5 años y de los cuales 3 tocó el clarinete, incluyendo este año. Debido a su discapacidad visual decidió dejar el programa ya que no le era posible leer las partituras.

A los 10 años de edad le detectaron Lupus y a los 12 años, a raíz de una crisis de Lupus, sufre de Vasculitis Cerebral que le provoca pérdida de los nervios visuales y desprendimiento de retina en ambos ojos. Una vez controlada la crisis se le realizó un tratamiento con láser, procedimiento delicado que recibió en dos ocasiones. Una tercera vez en la sala de operaciones le realizaron reconstrucción de retina y también aplicaron otra dosis de láser.

Gracias a los esfuerzos de los médicos Carolina conserva la visión central con el ojo izquierdo aunque con pérdida de la visión periférica (lateral), aunque perdió la visión de su ojo derecho. Actualmente ella puede ver siluetas y colores fuertes, por lo que agradece.

Al verse en esta dura situación, Carolina cae en una profunda depresión. En su afán por ayudarla su madre la inscribe en el programa de Danza Integrada pero ella sentía la necesidad de realizar movimientos más allá de lo que hacían allí. Su anhelo era entrar a Baile Popular, pero encontró resistencia de sus padres quienes no creían que fuera posible.

Desde julio 2015 Carolina forma parte del grupo de Baile Popular en el Conservatorio El Barco, donde se desenvuelve con gran éxito dando una gran lección de vida para los que la acompañan. Ella cuenta cómo personalmente y sin el consentimiento de sus padres buscó a Ivonne Durán, directora del taller, le pide la oportunidad de ser integrante del grupo de Baile Popular y le promete asumir el reto con toda seriedad a lo que la directora le responde con un sí pero que lo deja a criterio del profesor a cargo del grupo. Tanto el profesor como los compañeros del grupo la reciben con gran cariño y le brindan las facilidades para incorporarse al grupo.

Actualmente Carolina disfruta al máximo del baile y asegura que el pertenecer al programa le ha ayudado a seguir adelante.

Por su parte, los compañeros manifiestan que ella es fuente de inspiración y que les ha dado una gran lección de vida.

Juan Avellán nació en Limón, donde pasó su juventud pensando cómo sería perseguir un sueño que parecía inalcanzable. Se desempeñaba como cajero y ayudaba a llevar el sustento a su familia compuesta por padre, madre y 15 hermanos.

En el año 2010, impulsado por su mejor amigo, decide aventurarse y cómo él lo define "buscar la felicidad". Deja todo lo que tiene y viene a San José buscando una oportunidad.

En 2010 realiza la prueba de admisión en la Casa del Artista la cual aprueba sin problema e inicia en 2011 la carrera académica. Se presentaron en el camino circunstancias que logró superar con tenacidad y paciencia, incluyendo las dificultades económicas.

En el 2014 el director de la ECA, Edwin Araya, le propone como proyecto de trabajo comunal impartir lecciones de pintura, lo cual acepta y desarrolla con tal éxito que los alumnos y alumnas lo recomiendan y solicitan que siga en su labor de enseñar ese arte. Su proyecto es desarrollarse como artista y no impartir lecciones, sin embargo, es algo a lo que dice que aunque intentó resistirse pero no lo ha logrado. Atendiendo la solicitud de sus alumnos aceptó este año dar clases a grupos que están en modalidad tutoría.

Encontró en la ECA la oportunidad idónea para desarrollar sus habilidades artísticas. Participó por segundo año consecutivo y obtuvo el primer lugar de la Bienal Rotaria organizada por la ECA y MAC.

Actualmente cuenta con el título de Técnico Medio en Pintura Artística, otorgado por la ECA. Dice sentirse completo y su mayor satisfacción es contribuir a que las personas vivan el arte y la cultura.

Su aspiración al participar en esta campaña es que muchos jóvenes de su natal Limón se sientan inspirados pero sobre todo que su madre se sienta muy orgullosa.

Doña Isabel Mora forma parte de los grupos de estudio y capacitación del Parque La Libertad desde que el parque inició sus labores hace 8 años.

Esta emprendedora ha superado grandes dificultades debido a varios padecimientos que la aquejan pero que no le han quitado las ganas de seguir adelante. 

Debido a una esclerosis múltiple estuvo en cama y el diagnóstico era que no podría volver a caminar. Doña Isabel asegura que Dios le permitió levantarse y seguir con su vida, aunque con un problema en la pierna derecha. Recibe tratamiento y terapia en el Hospital México.

Además, padece de diabetes, hipertensión arterial y amnea del sueño, para lo cual recibe su respectivo tratamiento y se mantiene estable. En el caso de la amnea del sueño debe dormir conectada a una máquina.

Se convirtió en emprendedora a raíz del fortalecimiento de sus capacidades mediante los cursos recibidos en el Parque La Libertad. Actualmente se dedica a comercializar sus productos como una microempresaria: tarjetas, colillas y encuadernación. También elaboración de papel artesanal, aunque esto no lo está produciendo porque no cuenta con el equipo necesario.
 

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