La cultura es un concepto en construcción

La Prensa Gráfica,
17 August 2009, El Salvador

Un mes fue el retraso en su nombramiento y también un mes es el que Breni Cuenca lleva en su cargo al frente de la recién creada Secretaría de Cultura, ente que pasó a sustituir al extinto Consejo Nacional para la Cultura y el Arte (CONCULTURA). El Consejo Técnico Consultivo, adjunto a CONCULTURA, seguirá funcionando en la Secretaría de Cultura. Actualmente se está configurando su nuevo rol en la institución.

Entre revisar documentos, ponerse al tanto de todo, y esperar la legalización del cambio de “Consejo” a “Secretaría”, su agenda es muy nutrida, tanto así que no fue hasta después de tres intentos fallidos de este periódico que se consiguió esta entrevista.

Nos recibió un día en que las oficinas estatales estaban de vacaciones. Desde su oficina, en el tercer nivel del edificio A-5 del Centro de Gobierno, nos atendió y contó que aún está “ordenando la casa” —y su oficina—. Según Cuenca, tiene claro que la prioridad en su administración será el fortalecimiento de la formación en las artes, un proyecto que afirma ya está en marcha y que pronto podrá concretarse.

¿Cómo se siente a un mes de estar en el cargo?

Estoy muy contenta, con mucho ánimo, con mucho trabajo, con mucho entusiasmo; claro es muchísimo el trabajo que tenemos porque hay que mantener dos líneas: la que es de ordenamiento administrativo-financiero, la parte institucional, y a la vez la línea de ir impulsando proyectos que tienen que ver con nuestra visión y nuestro plan, que aunque estamos en proceso de formulación no se puede parar.

¿La elección suya fue una de las más controvertidas, cómo calificaría el proceso que se dio?

A mi me parece que fue un proceso intenso, complejo y que fue muy interesante el hecho de que al haber una convocatoria sobre la posibilidad de elaborar una lista de posibles titulares del cargo, existiera una participación tan amplia e intensa. Claro que fue conflictiva, en el ámbito cultural era previsible que hubieran acuerdos y desacuerdos.

Se ha señalado que el gremio de cultura es conflictivo...

Yo no creo que el gremio o la comunidad de cultura sea donde haya mayor cantidad de controversias. Creo que, en general, las comunidades y los gremios son dinámicos... A veces pasan períodos largos en los que la comunidad de cultura pasa vuelta a su propio trabajo, como ha pasado tanto tiempo de no expresarse de una forma más de equipo, pero no creo que seamos el gremio más conflictivo. Creo, por el contrario, que hay una posibilidad importante de hacer converger a la gente en una dirección constructiva.

¿Qué le motivó a aceptar el cargo?

Creo que la cultura en el mundo contemporáneo es fundamental para las transformaciones sociales, económicas y políticas. Cada vez más se reconoce la cultura como eso.

Para usted, ¿qué significa el concepto “cultura”?

Es un largo proceso de debate que ha habido sobre el término. Empieza en el siglo XVIII, enriquecido por los debates antropológicos, politológicos y todo; creo que ese debate no va a terminar, la cuestión de la cultura es un concepto en construcción y cada país, cada nación, hace aportes significativos a una conclusión más compleja del concepto.

¿Cuál es el proyecto principal en el que trabajará para obtener en los primeros 100 días?

No en los primeros 100 días. Hay proyectos de medio y largo alcance, por ejemplo la creación de un instituto de investigaciones para la cultura y el arte. Este es un proyecto que ya lo hemos empezado a hablar con cooperantes internacionales para ver qué posibilidades hay de tener un grupo grande de investigadores becados en las diferentes disciplinas: estéticas, antropológicas, arqueológicas... Es un proyecto muy importante porque nos va a fortalecer mucho las investigaciones sobre memoria histórica, sobre identidad, y ese es un proyecto que va a marchar rápido, yo creo.

Es un proyecto de gran envergadura que necesitaría infraestructura...

Fíjate que yo lo veo más como un proyecto virtual. Los investigadores somos gente que nos la pasamos en bibliotecas, en los archivos, en las comunidades, en las entrevistas y todo...

¿A qué proyectos de su antecesor le gustaría dar continuidad?

Lo que valoro yo más es la cuestión de su diagnóstico, hay estadísticas, hay información, es un esfuerzo que se hizo con grupos focales. Creo que es una información valiosa... Nosotros no tenemos que trabajar solo a nivel de los diagnósticos, no solo a nivel de las propuestas de políticas, sino que consultar, sistematizar, rescatar las propuestas que vienen de todas partes de la comunidad de cultura y de artistas.

¿Cuál será el eje central de la administración?

Otra apuesta que tenemos es la apuesta formativa, es decir, vamos a fortalecer a nuestras escuelas, las que tenemos; pero vamos a orientarnos a la creación de lo que llamamos la “ciudad de las artes”, una ciudad donde esté el conservatorio de música, una escuela de danza a nivel de licenciatura, una escuela de diseño, tenemos que crear un nivel. Este es el proyecto, yo diría, más complejo... de licenciatura en todas las artes.

Pero ya se había estado gestionando transformar al CENAR en un Instituto superior en artes, ¿ese proyecto está detenido?

No, no está detenido. Hemos tenido intercambios con su directora con vistas a que sea un instituto superior de preparación para la licenciatura. No es un bachillerato, pero sí habría un espacio para que tengan los diplomados que los acreditan con las cuestiones básicas para poder entrar a las escuelas superiores.

Se hablaba de que el Instituto entregaría reconocimientos de “técnicos”...

No diría técnico, sino ya en preparación a lo que sería una formación universitaria en las artes. Aprobados los diplomados y todo estaría habilitando a los jóvenes para pasar. Esto responde a una demanda de los artistas, una demanda de profesionalización, porque ellos han vivido muy fuertemente el hecho de que no pueden irse a los grandes posgrados, a los diplomados, porque no tienen una formación básica como la que existe en otras partes.
 
Ha señalado públicamente su interés por revitalizar las casas de la cultura, ¿cree que han sido subutilizadas?

Lo que pasa es que las casas de la cultura... el concepto ha sido más bien como una presencia territorial donde no se logró hacer de esto centros irradiadores de cultura; de hecho existe la infraestructura, hay personas que tienen una dirección, administran la casa, unos muy bien; otros regular, pero básicamente no han sido focos irradiadores de cultura. Nosotros estamos cruzando, ya se comenzó a desarrollar ese concepto, esa política de intercambio entre la línea (dirección) de artes y las casas de la cultura, sí implica una reingeniería conceptual de metas, de propósitos y de realidades muy fuerte.

Me gustaría que definiera cuáles son los beneficios concretos que la institución obtiene de transformarse de Consejo a Secretaría.

Yo creo que la principal implicación es darle más relevancia a la cultura. El presidente ha querido darle más relevancia, eso es clarísimo. Al pasar a ser Secretaría es un esfuerzo por darle un papel más protagónico a la cultura del país. Esto seguramente, creo yo, es parte de una ruta de evolución institucional.

Pero tampoco se llegó a hacer ministerio como en un principio se habló...

El asunto del ministerio está en el programa de gobierno. Creo que probablemente hay que pensarlo como un punto de llegada, pero madurado, porque es un proceso de maduración en el que estamos. A esta administración le va tocar, obviamente, ordenar mucho la casa, reorientar las líneas de largo alcance, encontrar logros importantes en esa división formativa, investigativa y de apoyo a los artistas.
 
¿La institución todavía no está preparada para ser ministerio? Su antecesor decía que sí...

Yo diría que de inmediato está en un proceso de formación. Ahorita estamos viviendo una etapa muy importante, y de aquí a un par de años creo que vamos a ver qué resultados concretos tenemos del hecho de ser Secretaría.

¿Cómo se vería beneficiado el gremio artístico con el cambio de Consejo a Secretaría?

Pues, mira, yo creo que en primer lugar nosotros estamos muy preocupados por el gremio de los artistas. No nos parece, por ejemplo, que nuestros miembros del coro ganen $114, imposible. Necesitamos que los artistas sean reconocidos en su enorme valor y aporte al país. Es una preocupación permanente mía. Luego, apoyar en todos los procesos formativos. Hemos tenido reuniones con el canciller y vicecanciller para asuntos de cooperación internacional con vistas a hacer muy fluida la llegada de becas. Además, queremos iniciar un proyecto del que probablemente en unos tres o cuatro meses estaremos dando anuncio. Es el apoyo a aquellos artistas que están en proceso de conclusión de obras de arte y que lo han interrumpido por razones económicas.

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