As 2023 comes to an end, we reflect on these twelve months in our final ACORNS for this year. Here is a summary and you can access the full review piece below.
Over the past year, we have navigated through a dynamic and rapidly changing world, tackling various challenges, and striving to find solutions. In this complex reality, culture has gained more recognition at a global political level as a pivotal player and a vital resource.
In 2023, the acknowledgement of culture as a global public good and a standalone sustainability goal, as advocated by the MONDIACULT Declaration 2022, has reverberated in the discourse of governments, policy makers and sectors beyond the cultural field. This acknowledgment is consistent with mounting evidence regarding the critical role of cultural and creative sectors (CCSs) in shaping post-COVID society, contexts and economies. In addition, the increasing emphasis on culture's impact on people's well-being and health has been particularly significant.
At the same time, there is substantially more evidence that underscores the vulnerabilities within the cultural ecosystem itself. As emphasised at our 9th World Summit on Arts and Culture, organised in partnership with the Swedish Arts Council in Stockholm, the impact of the global polycrisis has been detrimental to culture and artistic freedom worldwide, eroding the diversity of cultural expressions and impeding the social and economic rights of cultural workers.
The increased awareness about deficiencies in the cultural ecosystem has propelled structured changes in policies, regulatory frameworks, and operational landscapes, advancing the shift from symbolic acknowledgement of culture to tangible actions. Significant emphasis was placed on improving working conditions in CCSs and reining the digital transformation, in particular the unprecedented advancements of artificial intelligence (AI) and the acute disparities in the digital space.
We anticipate that these trends will gain further momentum in 2024, recognising culture as a public good and granting it the place in the global policy framework that it deserves.
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Resumen del año: el papel fundamental de la cultura en la sostenibilidad de un mundo cada vez más frágil
En este final de 2023, le ofrecemos un breve resumen de nuestras reflexiones sobre estos doce meses en nuestro último ACORNS del año. Más abajo encontrará el repaso completo.
Durante el último año, hemos navegado por un mundo dinámico y en rápida transformación, afrontando diversos retos y esforzándonos por encontrar soluciones. Ante esta compleja realidad, la cultura ha ganado un mayor reconocimiento político a nivel internacional como pieza clave y recurso fundamental.
En 2023, el reconocimiento de la cultura como un bien público mundial y un objetivo de desarrollo específico por derecho propio, como recoge la Declaración MONDIACULT 2022, ha reverberado en el discurso de los gobiernos, los responsables de políticas públicas, y en otros sectores fuera del ámbito cultural. Este reconocimiento es coherente con las crecientes muestras del papel fundamental de los sectores cultural y creativo en los contextos, economías y sociedades posteriores a la pandemia del COVID-19. El creciente énfasis en el impacto de la cultura en el bienestar y la salud de las personas ha sido particularmente significativo en este aspecto.
A la vez, también existen mayores pruebas de las vulnerabilidades del propio ecosistema cultural. Como destacó la 9ª Cumbre Mundial de las Artes y la Cultura junto al Consejo de las Artes de Suecia en Estocolmo, el impacto de la policrisis global ha sido perjudicial para la cultura y la libertad artística en todo el mundo, socavando la diversidad de las expresiones culturales y minando los derechos sociales y económicos de los/las trabajadores/as culturales.
Esta mayor conciencia de las deficiencias del ecosistema cultural ha impulsado cambios estructurados en las políticas, marcos regulatorios y entornos operativos de la cultura, promoviendo un cambio del reconocimiento simbólico de la cultura a acciones tangibles. De particular relevancia han sido, por un lado, la mejora de las condiciones laborales en los sectores cultural y creativo y, por otro, las garantías en torno a la transformación cultural, particularmente en lo que respecta a los avances en Inteligencia Artificial y las desigualdades acuciantes en el espacio digital.
Prevemos que estas tendencias ganarán aún mayor actualidad en 2024, reconociendo la cultura como bien público, y situándola en el lugar que merece ocupar dentro del marco internacional de las políticas públicas.
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