Mientras reflexionamos sobre el año 2023 y sobre el papel fundamental de la cultura, nuestro mundo se muestra como “un lugar inmenso, complejo, desigual, dividido, angustiado y atribulado, a causa sobre todo de la crisis climática y de los más que excesivos conflictos armados”, en palabras de nuestro ex presidente de la Junta de IFACCA y director general del Consejo de las Artes de Canadá, Simon Brault, resumiendo los problemas que definen nuestro frágil presente.
Observamos que, en el contexto de las policrisis, la cultura goza de creciente reconocimiento como clave para las soluciones globales. Aquí ofrecemos algunas acciones políticas y novedades internacionales en 2023 y señalamos posibles cambios en 2024.
Recuperar el papel de la cultura en el desarrollo sostenible
El año 2023 marca el ecuador en la implementación de la Agenda de Objetivos Desarrollo Sostenible (ODG) de las Naciones Unidas, lo que ha dado lugar a sendos diálogos sobre el progreso alcanzado y las perspectivas de progreso. El papel de la cultura como promotora del desarrollo sostenible obtuvo reconocimiento político, de acuerdo con la Declaración de MONDIACULT firmada por 150 ministros de Cultura en septiembre de 2022. La Declaración llamaba al reconocimiento de la Cultura como bien público mundial y objetivo específico de desarrollo sostenible por derecho propio. La Declaración se reflejó en el último informe de la UNESCO sobre cultura y desarrollo sostenible y en diversas declaraciones de alto nivel, como la Declaración de Cáceres de los ministros de Cultura de la Unión Europea y la Declaración de Doha sobre la renovación de la acción cultural adoptada por la 12ª Conferencia de ministros de Cultura en el mundo islámico.
Es importante señalar que este reconocimiento también se ha producido en ámbitos externos a las carteras ministeriales de Cultura. El secretario general de la ONU declaró “la Cultura como un bien público mundial” y destacó la falta de reconocimiento de la cultura en el progreso de los ODG, y la Declaración política de la ONU del foro político de alto nivel sobre desarrollo sostenible, y se refirió a la cultura como un “facilitador del desarrollo sostenible”. A su vez, la Declaración de los líderes del G20 en Nueva Delhi, adoptada por los jefes de Estado del G20, destacó la urgencia de reconocer la cultura como un objetivo de desarrollo sostenible, y finalmente la Declaración de los Emiratos para la Acción Climática basada en la Cultura, fue adoptada en el Diálogo Ministerial de Alto Nivel para la Acción Climática basada en la Cultura organizado en la COP28.
Este reconocimiento concuerda con la acumulación de evidencias sobre el valor de la cultura. Un informe de la UNCTAD reveló la economía creativa, como sectores con un crecimiento más rápido a nivel mundial, crucial para el desarrollo, particularmente en las economías en desarrollo, ya que exportan más bienes creativos que las economías desarrolladas. Otro informe del Banco Interamericano de Desarrollo destacó la alta tasa de crecimiento de la economía creativa en la región, y un estudio de la Comisión Europea destacó el valor de la cultura para la cohesión social y la participación cívica. Tras la pandemia, la atención al papel de la cultura en el bienestar y la salud de las personas ha alcanzado niveles nunca vistos y ha dado lugar a muchos proyectos de investigación, como la serie de investigación de la OMS sobre los beneficios de las artes para la salud.
Deficiencias estructurales en el ecosistema cultural
Como destaca el informe de la UNESCO sobre la implementación de la Recomendación de 1980 sobre el Estatuto del Artista, aunque el reconocimiento político de la cultura crece, el sector cultural sigue siendo frágil. En 2023, a consecuencia de la pandemia, el foco de las políticas públicas se ha desplazado de las medidas de los beneficios externos de la cultura a mejorar la comprensión de los problemas que afrontan los sectores culturales y creativos.
En tiempos de agitación global, la atención también se ha centrado en la libertad artística. Nuestra Cumbre Mundial de las Artes y la Cultura, celebrada en mayo de 2023 con el Consejo de las Artes de Suecia en Estocolmo bajo el lema de la Salvaguarda de la libertad artística, destacó que la realidad de la policrisis amenaza la libertad artística en diversos países del mundo, incluso en los que tradicionalmente han destacado en la protección de esos derechos. El informe de la UNESCO Defender las voces creativas, presentado en la Cumbre, prestó atención específica a la situación de los artistas en contextos de emergencia y reveló que los conflictos y otras emergencias reducen el espacio cívico e imponen limitaciones a la libertad artística.
La Cumbre señaló la precariedad de las condiciones laborales en los sectores culturales y creativos como otra barrera al ejercicio de la libertad artística. Estudios regionales como el informe de la EU sobre las condiciones laborales y el de la OIT sobre la economía cultural y creativa africana, además de otros informes nacionales, como los publicados en Finlandia y Nueva Zelanda, revelaron diversas lagunas en los sistemas de protección y factores que minan la sostenibilidad de las carreras profesionales en las artes. Los problemas de los profesionales de la cultura no se han demostrado solamente en los estudios, sino también en situaciones como el primer bloqueo de Hollywood de los últimos 63 años, debido a la huelga de actores y guionistas por los salarios y las amenazas relacionadas con la inteligencia artificial (IA).
De la afirmación simbólica al reconocimiento tangible
El creciente reconocimiento del valor de la cultura y la conciencia de las lagunas en los marcos regulatorios han dejado claro que la afirmación declarativa de la cultura debe ir acompañada de un reconocimiento tangible de su valor. Habíamos abogado ya por esta transición en nuestro Dossier para MONDIACULT. En 2023, se han visto en todo el mundo abundantes muestras de este reconocimiento tangible, como en el desarrollo de marcos de seguros para artistas (Jamaica), leyes sobre el estatuto del artista (España), mejora de la libertad artística (Malta), y en protección social (Seychelles). Algunos países han introducido iniciativas para apoyar la sostenibilidad de los trabajos en los sectores culturales y creativos, como en el programa de Arabia Saudita para impulsar el empleo cultural. El Parlamento Europeo propuso establecer un marco en toda la UE para las condiciones laborales, que incluiría nueva legislación y una plataforma de intercambios. Los problemas del comportamiento ético y estándares de seguridad en el trabajo también fueron objeto de diversas acciones, como el establecimiento de lugares de trabajo creativos en Australia y la Autoridad independiente de estándares para las industrias creativas en el Reino Unido. Además, los gobiernos locales también han estado activos, como se pudo ver en la Cumbre de CGLU en Dublín en noviembre con el lema Cultura. Futuro. Objetivo. Actuamos para aportar las visiones locales a las mesas globales.
Vigilancia y acción urgente en el espacio digital
El ámbito digital también ha sido un espacio de grandes cambios. Aunque la digitalización ofrece oportunidades de negocio y crecimiento artístico, también existe una gran conciencia de los riesgos asociados, como destacan las Directrices para la gobernanza de las plataformas digitales de la UNESCO. Este año se han dado avances relevantes en todo el mundo para reforzar la legislación de derechos de autor, como en la Ley de derechos de autor en Nigeria, la nueva política de música en Pakistán, y el establecimiento de una nueva agencia de propiedad intelectual en Egipto. El rápido avance de la IA ha dado lugar a una respuesta cauta de legisladores, responsables de las políticas públicas, y del sector cultural. Existe un creciente reconocimiento de los problemas económicos, sociales y éticos que comporta la IA, además de un llamado a mejorar su transparencia y supervisión, como refleja el Documento de políticas sobre modelos de IA de la UNESCO, la primera normativa sobre la IA del Parlamento Europeo, y el borrador de la Unión Africana sobre la Estrategia continental sobre la inteligencia artificial. Esta vigilancia demuestra un creciente reconocimiento de las vulnerabilidades de los sectores culturales y creativos y el compromiso de salvaguardar los valores de la cultura.
En camino hacia la Cumbre del Futuro de la ONU en 2024, la Conferencia Mundial de la UNESCO sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible en 2025 y los planes y acciones propios de IFACCA, los esfuerzos para dar prioridad a la cultura en las agendas nacionales e internacionales son esenciales para dar forma a un futuro sostenible en el que prosperen la diversidad cultural y el dinamismo artístico. Esperamos novedades importantes y continuaremos ofreciéndole las noticias clave en políticas culturales de todo el mundo. Esté atento…
*Disponible en inglés y español